domingo, 18 de octubre de 2009

Cerrarán un año Lázaro Cárdenas

Cerrarán un año Lázaro Cárdenas
A partir del 26 de octubre, impiden circulación en laterales por arranque de obras

Andrés Martínez

Guadalajara,  México (18 octubre 2009).-   Debido a la construcción del puente atirantado sobre Lázaro Cárdenas en su cruce con López Mateos, el Gobierno del Estado cerrará los carriles centrales de la avenida por más de un año, por lo que dispuso de rutas alternas.

A partir del 26 de octubre, día en que comenzarán los trabajos para la construcción del puente Matute Remus, los carriles centrales de esta arteria se cerrarán a la circulación en ambas direcciones entre la Avenida Chapalita y Guadalupe.

Con el objetivo de no bloquear el paso de vehículos, el tráfico se desviará por los carriles laterales, así como por rutas alternas previamente establecidas por la Secretaría de Vialidad.

Los automóviles que circulen en dirección de oriente a poniente, es decir del Mercado de Abastos hacia la Gran Plaza, deberán desincorporarse de los centrales antes del cruce con Chapalita o en una salida que Vialidad habilitará más adelante, por lo que dos de las tres carriles laterales se dejarán para los carros que abandonen las centrales.

Para ayudar al desahogo del tráfico en la zona, los sentidos de las calles Nebulosa y Lorenzana cambiarán de manera temporal; actualmente la primera corre de poniente a oriente, mientras que la segunda de norte a sur.

Si lo que quiere es evitar la zona de obra puede tomar el retorno, ubicado después de la Glorieta de los Arcos del Milenio para después incorporarse en Paseo de la Arboleda y seguir hasta Niños Héroes.

Vialidad instalará un semáforo en Paseo de la Arboleda y Niños Héroes para garantizar el paso seguro de los automovilistas. De ahí, continuar por esta vía hasta llegar, de nueva cuenta, a Lázaro Cárdenas.

Otra opción es seguir por Paseo de la Arboleda hasta topar con pared y, en la Calle Constelación, doblar a la izquierda para salir a López Mateos.

Los automovilistas que deseen ir a la Glorieta de la Minerva también podrán hacerlo por la Avenida Arcos y después tomar Circunvalación Agustín Yáñez donde se toparán con el monumento.

En el sentido opuesto, de poniente a oriente, también se deberá utilizar la lateral para incorporarse a las centrales pasando Avenida Chapalita.

Evitar la zona de obra implica salirse en la Calle San Ignacio hasta la Glorieta Chapalita, ahí continuar por Avenida de las Rosas y en Tonantzin retomar Lázaro Cárdenas en su sentido al oriente.

Si lo que usted desea es ir hacia la Minerva, debe hacer el mismo recorrido, pero en Avenida de las Rosas doblar en López Mateos y seguir por el túnel o las laterales.

El tramo de Lázaro Cárdenas que se verá afectado con el cierre de los carriles centrales, comprende casi un kilómetro, área donde se iniciará con la cimentación del puente atirantado, así como la edificación de pilotes y rampas.

De acuerdo a lo que informó Vialidad, los usuarios de transporte público no se verán afectados, pues las rutas que pasan por Lázaro Cárdenas como la 646 y 300, y las que transitan por López Mateos, como 258, 258A, 258D, Tour, 371, 24, entre otras, no modificarán sus derroteros.

La dependencia estatal no sabe cuántos elementos se van a destinar a la zona, pues éstos se dispondrán de acuerdo a las necesidades que se tengan en el área afectada y garantizar la seguridad tanto del automovilista como del peatón.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Construyamos puentes de diálogo

Por Jesús Carlos "Negro" Soto

A Guadalajara le arde la sangre y es que su temperatura ha rebasado los grados justos para sostener el equilibrio y el compás armónico.

El diagnóstico no miente, una sobrecarga de cuerpos motorizados ha saturado su flujo sanguíneo, obstruyendo la movilidad de otros cuerpos y anticuerpos necesarios para conservar la flora y la fauna intestinal de una ciudad.

Una ciudad sin peatones, sin bicicletas y sin árboles, ya no es una ciudad, es un claustro muerto. Una ciudad que no ofrece alternativas de desplazamiento respetuosas con el resto del tráfico de vida humana, es una ciudad que se esta asfixiando lentamente.

En Ciudad para Todos, como a partir de muchos otros colectivos e individuos, se ha ido elaborando una brújula para reorientar el rumbo. No se trata de paliativos simples y costosos, sino de ideas rectoras que filtren los proyectos urbanos para separar los que sirven de los que definitivamente no. Nadie está inventando el hilo negro, partimos de la experiencia internacional y de los saberes locales más elaborados.

A quienes quieren fórmulas inmediatas les ofrecemos un panorama alentador para soportar horas de congestionamiento. Su sistema de traslado no se verá resuelto el día de mañana, pero sí esperamos que pronto. El panorama alentador esta compuesto por infraestructura mínima y precisa de manera que no rompa la frágil estabilidad ambiental (frágil para el ser humano). En dicha infraestructura, rutas de camión con tarifas accesibles y posibilidades de trasbordo sin costo a otra unidad se suman a otras posibilidades: líneas de tren eléctrico, una combinación de metro y tren ligero, trole-buses, puntos de renta y depósito de bicicletas públicas; todas ellas vuelven deseable y gozoso el ir y venir a la casa, al trabajo, la escuela, el bar, el café, el parque.

El panorama alentador sustituye horas cuantiosas de paso a vuelta de rueda con el sol encima y el claxon del desesperado vecino apurando nuestro paso estancado. Los niños disfrutan mil veces más ir a la escuela en bicicleta que ir a la escuela amontonados en el asiento trasero sin más contacto visual que el retrovisor y la ventana polarizada. Todos podemos disfrutar de la lectura o la charla con el compañero, aminorando la sensación de que movilizarse es una odisea eterna en el espacio. Además podemos estar más tranquilos por nuestra seguridad que cuando nos lanzamos al transcurrir desenfrenado de los viaductos sin señalamiento y de altas velocidades.

Nos desanima que el panorama alentador a muchos les parezca irrealizable y cosa de otro mundo, e incluso, que les parezca un panorama que atenta contra el progreso.
Suplicamos entonces visualizar el panorama que tenemos ante nuestros ojos, el actual: señores y señoras con una prisa tremenda por llegar rápido al destino pero confrontados a la misma necesidad de millones de otros que como ellos, optaron por el vehículo motorizado individual. La lógica es muy simple: más carros implican más infraestructura, más infraestructura agrava la adicción y empuja a comprar más carros a más personas, que a su vez van a agotar la infraestructura actual y van a exigir más infraestructura, que habrá de ser implementada una y otra vez, hasta el infinito.

Ninguna ciudad en el mundo ha resuelto satisfactoriamente su movilidad en función de los automóviles. Salvo aquellas ciudades que han apostado por el panorama alentador, pues apostarle a la red multimodal de transportes y a la red de transportes motorizados, permite que más gente deje de usar el automóvil y sólo aquellos que de verdad requieran su uso, lo empleen, pero esta vez, con calles y avenidas mucho más relajadas de tráfico vehicular.

La movilidad sustentable a todos nos beneficia. Pero implica un compromiso de todos. Un pacto entre ciudadanos, un pacto de respeto y diálogo y de exigencia a nuestros gobernantes, para que sepan claramente por dónde queremos transitar. Un pacto con uno mismo, de paciencia y renuncia, pues la tarea no es sencilla, requiere una modificación de los hábitos personales y un cambio de visión que implica un esfuerzo mental digno de seres humanos dispuestos a evolucionar.

Se trata de pensar a mediano y largo plazo, saliendo de nuestros patrones de consumo que nos impiden imaginar un mejor mañana, para nosotros y para los nuestros, y sobre todo, para los que vienen.